Los científicos han descubierto que las rocas de mil millones de años podrían esconder materia oscura, y es más probable que hayan entrado en contacto con ella que los aceleradores de partículas modernos. Investigadores de Virginia Tech revelan que las rocas antiguas podrían contener rastros de materia oscura, utilizando una técnica llamada paleodetección.
La paleodetección: una idea fascinante
La paleodetección es un concepto fascinante que fue propuesto por primera vez en la década de 1980. Se basa en la existencia de rocas que datan de la época en que se formó la Tierra, las cuales podrían haber interactuado con la materia oscura, dejando su huella en ellas.
«Si la materia oscura existe, existe la posibilidad de que haya interactuado con la Tierra en algún momento de su historia de 4.600 millones de años», señalan los investigadores.
La ciencia detrás de la paleodetección
La paleodetección se basa en la existencia de una forma hipotética de materia oscura llamada partícula masiva de interacción semanal (WIMP). A diferencia de otras formas de materia oscura, se cree que los WIMP interactúan con los núcleos atómicos, lo que deja rastros en la red cristalina de la materia.
«Cuando una partícula de alta energía rebota en un núcleo dentro de una roca, el retroceso explosivo puede hacer que el núcleo se desplace. El núcleo expulsado y el espacio vacío que deja atrás representan cambios estructurales dentro del cristal», explica Vsevolod Ivanov, investigador postdoctoral en Virginia Tech.
El desafío de utilizar rocas para la detección de materia oscura
Uno de los principales desafíos de la paleodetección es identificar las rocas adecuadas para detectar la materia oscura. Además, las rocas antiguas que son radiactivas pueden mostrar señales similares a las de los rastros de materia oscura, lo que complica aún más el proceso. Sin embargo, los investigadores proponen utilizar imágenes microbiológicas de alta tecnología para examinar rocas llamadas halitas marinas, que tienen bajos niveles de uranio y son ideales para estudiar posibles interacciones de materia oscura sin interferencias de radiactividad.
Experimentos en proceso
El equipo de investigadores ya ha comenzado a generar imágenes tridimensionales de trazas de partículas de alta energía en fluoruro de litio sintético, un cristal artificial que les ayudará a establecer la gama completa de señales para detectar materia oscura. Actualmente, están trabajando en la creación de un nuevo laboratorio en Virginia Tech, donde realizarán experimentos para probar la efectividad de su método en la detección de materia oscura.
En resumen, los científicos están utilizando rocas de mil millones de años para buscar rastros de materia oscura. La paleodetección podría ser una forma prometedora de detectar esta misteriosa entidad que ha desconcertado a los científicos durante décadas. Con la ayuda de imágenes microbiológicas de alta tecnología, los investigadores esperan finalmente revelar la energía oscura que se esconde en las rocas antiguas.