Fue un golpe inesperado. El término anticipado de la tramitación ambiental del proyecto de Tierras Raras en Penco de Minera Aclara, el pasado 3 de julio, pilló tan de sorpresa a los inversionistas, que en tres días bajó 44,4% su valor en la Bolsa de Toronto y perdió US$ 30 millones en 72 horas.
Intentando entender el criterio de las autoridades, la compañía se ha reunido tanto con el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) del Biobío como con Conaf de esa región y trabaja para presentar un nuevo estudio de impacto ambiental para fines de año o inicios de 2024.
La conmoción por la decisión es, sin ánimo de exagerar, mundial. El proyecto de Penco, que demanda US$ 130 millones de inversión en su primera etapa, es mirado con interés por fabricantes de automóviles eléctricos como Tesla, Toyota y General Motors, así como por los procesadores de carbonato de tierras raras Lynas, de Australia, y Salvay La Rochelle, de Francia.
Y es que hoy China concentra entre el 90% y el 95% de la producción de estos compuestos -esenciales para todo tipo de artículos de la vida moderna como smartphones, piezas de vehículos, pinturas, motores de autos eléctricos y un abigarrado etcétera- y la inversión en el Biobío era una alternativa al cuasi monopolio chino, con la salvedad de que es el único proyecto en el mundo de extracción de estos compuestos que es además ambientalmente sostenible: no genera explosiones, no hay procesos mineros como chancado o molienda, recircula el 100% del agua y replantan los árboles una vez que extraen las arcillas.
En Minera Aclara aseguran que es la producción de tierras raras más limpia del mundo y que podría suministrar, en una primera etapa, hasta el 1% de la producción mundial y, si el proyecto escala, hasta el 5% de las tierras raras del planeta. Y es que la compañía canadiense ha explorado la Cordillera de la Costa desde el sur de la Región del Maule hasta el Biobío, con éxito.
Pero con la decisión del SEA del Biobío, el nerviosismo cundió entre los inversionistas de la minera, como se evidenció en el precio de la acción de Aclara en la Bolsa de Toronto, que llegó a estar a la mitad de su cotización a fines de julio y han salido de la propiedad inversionistas como Sprott Inc y otros han reducido su posición significativamente, como US Global Investors, de acuerdo a Bloomberg.
Las razones del rechazo
EL SEA Biobío, dirigido por Silvana Suanes Araneda, acogió la solicitud de Conaf, a cargo de Rodrigo Jara Ortega, que calificó negativamente el proyecto dado que en su inspección al terreno detectó especímenes de bosque nativo no incluidos en el estudio ambiental de la empresa.
En concreto, seis ejemplares de citronella murata o “naranjillo”, uno de los cuales estaba en una zona de bosque nativo, lo que inmediatamente implica cambiar de categoría a la zona, que pasaba a ser así un bosque nativo de preservación. Para el proyecto, esto implica un área de exclusión de ocho hectáreas en un proyecto que tiene 540 hectáreas, es decir, era perfectamente subsanable dentro del proceso de evaluación.
Pero aún así, el SEA del Biobío decidió terminar anticipadamente la tramitación del proyecto, una determinación considerada “exagerada” tanto por la empresa como por el sector privado regional.
Para los empresarios penquistas, la evaluación negativa de Conaf es más bien la tónica y no la excepción. El mismo director de la corporación forestal, Rodrigo Jara, señaló que en la fiscalización en terreno de este proyecto trabajaron cerca de 10 ingenieros forestales tanto de la oficina regional como de la provincial de Conaf y también profesionales de Santiago (ver entrevista).
Durante la segunda mitad de 2022 y el primer trimestre de 2023, Aclara mapeó varios miles de hectáreas en Brasil en busca de arcillas iónicas que contienen tierras raras pesadas. Y obtuvo resultados positivos.
Según fuentes gremiales, el evaluador ambiental de Biobío adoptó la decisión considerando que si se aprobaba el proyecto, las organizaciones ambientales iban a apelar ante el Tercer Tribunal Ambiental de Valdivia, que de acuerdo a empresarios de la zona “es más hostil a los proyectos de inversión”.
De hecho, gremios de la zona hacen ver que en los últimos 12 años, de los 550 proyectos que han sido aprobados por la autoridad ambiental, menos de 3% están en Biobío y que de ellos, un tercio están judicializados, otro tercio en suspenso por otros motivos y sólo cuatro están efectivamente ejecutándose.
En un contexto en que el Ejecutivo y, en particular, Hacienda y Economía, han insistido en la necesidad de aumentar la inversión y el crecimiento, la decisión del SEA Biobío no generó la conmoción que se podría esperar. De hecho, DF MAS consultó a los ministros de Minería, Marcela Hernando; Economía, Nicolás Grau; y Energía, Diego Pardow, sin que ninguno se pronunciara al respecto.
La apuesta por tierras raras en Brasil
En el mercado estiman que el traspié en Chile podría impulsar la apuesta de la compañía en Brasil.
Con una tecnología patentada, sin residuos y 100% de aguas recicladas para el proceso, los accionistas de Minera Aclara -entre los que están el grupo peruano Hochschild y Pelham Investment- han optado por diversificar el riesgo y buscar nuevas alternativas de crecimiento.
Y es que durante la segunda mitad de 2022 y el primer trimestre de 2023, Aclara mapeó varios miles de hectáreas en Brasil en busca de arcillas iónicas que contienen tierras raras pesadas. Y obtuvo resultados positivos, con lo cual la firma apostó por 369.410 hectáreas de concesiones mineras en el gigante sudamericano y definió cinco objetivos de alta prioridad para exploración. Actualmente está en esa etapa, según informó la compañía al mercado.
Director de Conaf BioBío: “Las obras y acciones del proyecto afectan de manera directa, irreversible y permanente” al “naranjillo”
-¿Qué motivó su calificación negativa del proyecto?
-Básicamente, la falta de información sobre la descripción del proyecto, la falta de justificación para la determinación del área de influencia, carencias en la metodología para la construcción de la línea base de flora y vegetación; la falta de información respecto a los individuos en categoría de conservación y monumentos naturales; uso de suelos mal definidos, lo que a fin de cuentas conlleva a la falta de identificación de bosque nativo para preservación.
-¿Eran muy difíciles de subsanar estas deficiencias dentro del proceso de tramitación?
El estudio de impacto ambiental del proyecto, a fin de cuentas, carecía de información esencial. No reconocía alguno de los efectos característicos o circunstancias del artículo 11 de la Ley 19.300 de Bases del Medio Ambiente. Esto se genera debido a que las partes, obras y acciones del proyecto afectan de manera directa, irreversible y permanente al bosque nativo y la preservación con presencia de citronella muronata. No se proponen las medidas de mitigación, compensación y o reparación según corresponda, así como los respectivos planes de seguimiento.
En ese sentido, hay que considerar que nosotros, como corporación y como órgano de administración del Estado, con competencia ambiental, somos un organismo evaluador ambiental, y en ese mismo sentido también nuestro rol como corporación en la protección de los ecosistemas.
Hay una responsabilidad de la empresa en realizar una completa descripción del proyecto, de presentar medidas de mitigación, compensación y reparación adecuadas al ecosistema cortado o alterado. En realidad, la empresa no presentó de la mejor manera su estudio, pero tiene todas las vías disponibles para volver a presentar un nuevo estudio y subsanar todas las observaciones que nosotros presentamos.
-La empresa Aclara dice que siguió a pie juntillas las guías del SEA y aun así terminaron anticipadamente la tramitación ambiental. ¿Qué falló?
– Dentro de la evaluación que realizó la Corporación, detectó una serie de falencias y esas falencias están reflejadas en lo que ya nosotros mencionamos en nuestro pronunciamiento. Yo no puedo hacer un juicio respecto a si siguió o no siguió de manera adecuada la guía del Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental. En ese sentido, nosotros levantamos observaciones y proponemos medidas, siendo, finalmente, el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental quien toma la decisión final.
-¿Qué me puede decir de la situación del naranjillo?
-El naranjillo es una especie que se encuentra en categoría de conservación. El expediente que presentó la empresa carecía de información respecto a una serie de componentes que ya mencionaba y además las obras y acciones del proyecto afectan de manera directa, irreversible y permanente a ese bosque nativo de preservación.
-Las falencias del proyecto, ¿son subsanables?
-Sí, por supuesto. En la medida de que la empresa presente nuevamente el estudio con las medidas necesarias, donde propongan medidas de mitigación, compensación y/o reparación, como dice la legislación, es subsanable.
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