Preocupación por paralizaciones en la industria minera y futuras negociaciones

Tras un periodo de paz sindical en los años 2022 y 2023, donde no se registraron huelgas a pesar de las numerosas negociaciones colectivas, este año ya se han producido dos paralizaciones legales en la industria minera, la de Escondida (BHP) y Caserones (Lundin Mining). Estos eventos han generado preocupación en expertos y dirigentes sindicales, quienes anticipan futuras negociaciones laborales en un escenario de mayores precios del cobre.

La referencia de Escondida y los nuevos desafíos con Caserones

El pago final de 33 millones de dólares realizado por Escondida tras su paralización legal se ha convertido en un referente para las negociaciones que están por venir. Según el abogado Cristián Quinzio, este caso no difiere mucho de situaciones previas, incluso se considera menos conflictivo debido a la rapidez con la que se alcanzó un acuerdo. Por otro lado, el caso de Caserones, con sus nuevos dueños en el grupo canadiense Lundin Mining, representa un desafío inédito. Según Quinzio, podría tratarse de una pulseada para determinar el futuro de la mina y es inevitable que los números de Escondida impacten en estas negociaciones.

El impacto del precio del cobre en las negociaciones colectivas

De acuerdo con el abogado Daniel Weinstein, las huelgas y las negociaciones colectivas complejas han sido una realidad en la industria minera durante mucho tiempo. Weinstein sostiene que el precio del cobre afecta indirectamente las tratativas con los sindicatos, ya que un mayor precio se traduce generalmente en mayores utilidades para las mineras. En este sentido, los trabajadores buscan ser «partícipes» de dichas utilidades. Este factor será relevante en las próximas negociaciones, considerando el aumento en el precio del cobre.

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