Magnate del Hierro Invierte en Litio y Deja a los Inversionistas en Suspenso

Gina Rinehart aumenta su participación en Liontown al 16.7% y amenaza la adquisición de $4.2 mil millones de Albemarle Corp.

Gina Rinehart, la mujer más rica de Australia, ha irrumpido en uno de los mayores acuerdos de metales para baterías hasta la fecha, construyendo una participación cercana al 17% en Liontown Resources Ltd. y amenazando su adquisición de 6.6 mil millones de dólares australianos (4.2 mil millones de dólares estadounidenses) por el gigante estadounidense Albemarle Corp.

La gran incógnita: ¿Qué planea hacer Rinehart con su influencia en el litio?

El panorama general es claro. Rinehart, posiblemente la figura más formidable de la minería australiana, está haciendo su apuesta más grande en el litio en un momento en que las previsiones apuntan a una creciente demanda a largo plazo de materiales vinculados a la transición energética, y un panorama decreciente para los productos básicos de la siderurgia que construyeron la fortuna de su familia.

Rinehart, una figura controvertida

Otros magnates de Australia Occidental siguen un camino similar, especialmente Andrew Forrest, fundador de Fortescue Metals Group Ltd., quien ha abrazado el hidrógeno. Sin embargo, lo que significa la jugada de Rinehart en la práctica es menos claro, incluso con Albemarle esperando concluir su proceso de diligencia debida en Liontown en los próximos días, el último paso importante antes de que se pueda firmar una oferta vinculante. Esto ha dejado a los accionistas con más preguntas que respuestas.

Seth Goldstein, estratega de acciones de Morningstar Research Services LLC, señaló: «Los inversores parecen ansiosos por conocer el plan de Rinehart. Hasta ahora, no ha habido nada más que la compra de acciones; no se ha presentado ninguna propuesta alternativa para la creación de valor».

Un juego de poder en aumento

Liontown, codiciada por su prometedor proyecto de litio en Kathleen Valley, anunció a principios de septiembre que respaldaría una oferta mejorada de Albemarle, después de una búsqueda de meses. Hancock Prospecting Pty., propiedad de Rinehart, que ya había estado comprando acciones, anunció días después que había acumulado un poco más del 7% de las acciones, elevándola progresivamente a peligrosamente cerca de una minoría bloqueadora.

El viernes, aumentó su participación aún más al 16.7%, aunque el precio no superó los 3 dólares australianos por acción, la oferta de Albemarle sobre la mesa.

¿Qué sigue para Hancock?

Hancock dijo que ahora era el mayor accionista de Liontown y dio la bienvenida «a la oportunidad de participar en el proyecto Kathleen Valley como accionista y tener influencia en la dirección general de la empresa», manteniendo el lenguaje vago sobre la gestión de «riesgos de aumento operativo» de declaraciones anteriores. Sugería aumentar su participación al 19.9%, justo por debajo del umbral que normalmente desencadenaría una oferta pública obligatoria, pero no proporcionó un plan y dijo que no planeaba buscar un puesto en la junta por ahora.

Obstáculos para Albemarle

Cada compra adicional complica aún más las posibilidades de Albemarle de ganar una votación de accionistas que requeriría una aprobación del 75%, y también complica la posibilidad de llegar a esa votación.

Pedro Palandrani, director de investigación en Global X, dijo: «Vemos un obstáculo significativo para Albemarle». Esto es problemático, ya que «el espodumeno en Australia es crucial para las ambiciones de Albemarle de expandir su capacidad de hidróxido de litio».

Una batalla entre gigantes de la industria

Rinehart, la única hija combativa de uno de los pioneros del mineral de hierro de Australia, ha descrito que heredó «una propiedad en quiebra y la presidencia de una empresa en graves dificultades». Ha construido enormes minas de mineral de hierro en Australia Occidental que exportan alrededor de 60 millones de toneladas de material siderúrgico al año, y desde entonces ha ampliado su cartera a cobre, oro, carbón, ganado, lácteos y propiedades.

Sin embargo, no es conocida por sus credenciales ecológicas. En un discurso de 2021, criticó los planes de estudio escolares por enseñar la ciencia del cambio climático inducido por el hombre.

A pesar de esto, con un patrimonio neto de 18.9 mil millones de dólares, es una poderosa oponente y cuenta con un historial de éxito en la minería, incluso si el litio opera a una escala diferente.

Howard Klein, socio de RK Equity, dijo: «Albemarle, que no tiene mucha experiencia directa en minería, podría beneficiarse de un fuerte socio australiano como Rinehart, dado que Albemarle ya opera con socios en otros lugares».

¿Una retirada de Albemarle?

También existe la opción de que Albemarle decida abandonar. Rinehart es una potencialmente problemática accionista minoritaria, y no es el único obstáculo para el gigante estadounidense, ya que los precios del litio están cayendo debido a la recuperación tambaleante de China y la demanda a corto plazo decepcionante, después de una fiebre de compras que hizo subir los precios globales el año pasado. Las acciones de Liontown cerraron el viernes en 2.99 dólares australianos, incómodamente cerca de la «mejor y última» oferta de Albemarle.

Carrick Ryan, gestor de cartera en Westbeck Capital Management, dijo: «El riesgo de que el acuerdo pueda ser bloqueado está aumentando, pero el precio de las acciones de Liontown todavía se cotiza muy cerca de la oferta propuesta por Albemarle. Mientras no sepamos si Hancock va a hacer una oferta, el acuerdo se ve cada vez más caro a medida que las valoraciones del sector caen».

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