China enfrenta una creciente demanda eléctrica debido a olas de calor sin precedentes, llevándola a incrementar notablemente sus importaciones de carbón.
Las elevadas importaciones en julio
Las importaciones de carbón de China se mantuvieron significativamente altas en julio, mostrando que las compras en el extranjero casi se duplicaron en la primera mitad de 2023. Las empresas de servicios públicos, buscando satisfacer la creciente demanda eléctrica del verano, han optado por traer suministros más baratos del extranjero.
Análisis de las cifras y comparativas
El principal consumidor de carbón a nivel mundial, China, importó 39,26 millones de toneladas métricas de carbón en julio, una cifra ligeramente inferior a los 39,87 millones de junio. Si comparamos esto con las cifras mensuales promedio de 37 millones de toneladas métricas entre enero y junio, es evidente que ha habido un incremento notable.
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El compromiso energético de China
China ha establecido metas ambiciosas: alcanzar el punto máximo de emisiones de carbono en 2030 y obtener la neutralidad de carbono en 2060. Sin embargo, la persistente dependencia del país del carbón demuestra que la transición hacia energías renovables sigue siendo un desafío.
Otras fuentes de suministro de carbón
Indonesia, Sudáfrica y Australia han emergido como fuentes clave de suministro para China. El costo de entrega del carbón de Indonesia y Sudáfrica, e incluso el carbón de mayor calidad de Australia, resulta ser más barato que los suministros nacionales en China. Específicamente, el carbón australiano tenía un precio de aproximadamente 800 yuanes (111,3 dólares) por tonelada métrica, siendo más económico que los precios al por mayor en China.
Datos curiosos: ¿Sabías que las importaciones de carbón durante los primeros siete meses de este año ascendieron a 261 millones de toneladas métricas en China? Esto es un sorprendente 88,6% más que durante el mismo período del año anterior. Estos datos sugieren un almacenamiento masivo, ya que las existencias de carbón en las principales centrales eléctricas del país, a finales de junio, rondaban los 200 millones de toneladas.