Las cadenas de suministro de metales críticos y la sólida posición que tiene China

China está consolidando su posición en las cadenas de suministro de metales críticos a nivel mundial a medida que avanza en su Iniciativa de Belt and Road (BRI). Durante la primera mitad de 2023, el país ha invertido más de 10.000 millones de dólares en metales y minería, experimentando un aumento del 131% en comparación con el mismo período del año anterior.

En un contexto de guerra tecnológica con Occidente y la transición energética en marcha, China busca asegurar el suministro de materias primas necesarias para la producción de baterías y paneles solares. Mientras tanto, Estados Unidos y la Unión Europea buscan formar alianzas para contrarrestar la dominación china en la cadena de suministro de minerales críticos para la transición energética.

A pesar de los esfuerzos de otras naciones por diversificar sus cadenas de suministro en la industria de vehículos eléctricos y energías renovables, analistas consideran que el dominio chino en los mercados de minerales críticos aumentará.

China ya posee una parte significativa de las fuentes mineras globales y controla más del 50% de la capacidad mundial de procesamiento de minerales como litio, níquel, cobalto y grafito. El país se ha enfocado en expandir la minería y el procesamiento de litio y cobre en países como Malí, Arabia Saudita y Zimbabue.

Las inversiones y financiamientos bajo la Iniciativa de Belt and Road han consistido en 103 acuerdos por un valor total de 43.300 millones de dólares durante la primera mitad de 2023, superando los 35.000 millones del mismo período en 2022. Las inversiones estuvieron lideradas por empresas privadas, entre ellas Huayao Cobalt y CATL.

Se espera que durante el resto de 2023, China siga firmando acuerdos de inversión para el suministro de metales y minerales, con un fuerte enfoque en las asociaciones de países del BRI en energías renovables y tecnologías relacionadas.

Además de los metales críticos, China tiene planes de invertir en nuevas tecnologías como baterías, energías renovables, centros de datos y acuerdos respaldados por recursos en minería, petróleo y gas.

La Iniciativa Belt and Road se estableció hace una década para desarrollar infraestructuras en Asia, África y Latinoamérica. Desde entonces, China ha comprometido más de un billón de dólares en inversión y construcción bajo la BRI, y se espera que esta cifra llegue a 1,016 billones al final del primer semestre de 2023.

A pesar del aumento de inversiones mundiales en minerales críticos, China sigue dominando las cadenas de suministro y abastecimiento, lo que representa un reto para la transición energética. El banco UBS estima que para 2025, China controlará casi un tercio del suministro mundial de litio, y la cuota de cobalto de China podría alcanzar el 50% de la producción mundial en los próximos dos años.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advierte que la escasa diversificación de la oferta podría ser un desafío para la industria, dado que China, la República Democrática del Congo e Indonesia continúan dominando gran parte del suministro de materias primas críticas, y China es un actor principal en las operaciones de refinado.

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