Huasco en peligro: Colegio Médico advierte alta mortalidad por enfermedades graves.

Habitantes de Huasco en riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares y respiratorias

Los habitantes de Huasco en la región de Atacama enfrentan un riesgo significativo de morir por enfermedades cardiovasculares y respiratorias crónicas, según un informe del Colegio Médico de Chile (COLMED). La presencia de cinco termoeléctricas en la Isla Guacolda ha llevado a que Huasco sea considerada una «zona de sacrificio» y excluida del Plan de Descarbonización 2030.

Alarmante advertencia del Colegio Médico de Chile

El COLMED ha lanzado una alarmante advertencia sobre el peligro que enfrenta aproximadamente 11 mil personas en Huasco debido a la operación de las termoeléctricas en la Isla Guacolda. Los habitantes de Huasco tienen un riesgo 71% más alto de morir por enfermedades cardiovasculares y un 53% más alto de padecer enfermedades respiratorias en comparación con el resto del país.

Peligro de perpetuación del daño ambiental y de salud

El Colegio Médico de Chile advierte que si no se toman medidas, las termoeléctricas podrían seguir operando por otros 20 años, lo que perpetuaría el daño ambiental y de salud en Huasco. Es urgente tomar acción para proteger la salud de la población y el medio ambiente.

Solicitudes para una Transición Justa

Sara Larraín, directora de la Fundación Chile Sustentable, insiste en la inclusión de Huasco en el calendario de descarbonización y en el retiro acelerado de las termoeléctricas Guacolda. Según un estudio encargado por la fundación a la Universidad Católica, los habitantes de Huasco tienen un riesgo significativamente mayor de enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorias crónicas. Es necesario cerrar las termoeléctricas a carbón para reducir estos riesgos y proteger la salud pública.

Amenazas al patrimonio cultural y natural

No solo la salud de los habitantes de Huasco está en riesgo, sino también el patrimonio cultural y natural de la región. La contaminación y los residuos de las termoeléctricas amenazan tanto la biodiversidad marina como los sitios históricos de la Isla Guacolda y sus alrededores.

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