La compañía sudafricana Gold Fields está comprando la empresa minera canadiense Osisko Mining en un acuerdo valorado en 1.6 mil millones de dólares en efectivo. La adquisición es el último movimiento de la compañía minera de oro con sede en Johannesburgo para diversificar más allá de su país de origen.
Gold Fields amplía su presencia en América
Gold Fields pagará 4.90 dólares canadienses por acción, lo que representa un 55% de prima sobre el precio de negociación de Osisko el 9 de agosto, según el comunicado de Gold Fields. El acuerdo ayudará al productor sudafricano a expandir su presencia en la región de las Américas, donde ya tiene minas en Chile y Perú.
La adquisición también convierte a Gold Fields en el único propietario del proyecto Windfall en Quebec, que ha estado desarrollando en una empresa conjunta al 50/50 con Osisko.
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«Hemos desarrollado una sólida comprensión de Windfall y su potencial y lo vemos como el próximo activo central de larga duración en nuestro portafolio», dijo el CEO Mike Fraser en el comunicado.
Gold Fields planea llevar la mina Windfall a producción para finales de 2026 o principios de 2027, con una producción anual de aproximadamente 300,000 onzas. Este proyecto, junto con el proyecto Salares Norte en Chile, es fundamental para la estrategia de crecimiento de la compañía mientras busca reemplazar la producción de sus activos envejecidos en Ghana y Perú.
La junta directiva de Osisko ha dado su aprobación unánime al acuerdo y ha llamado a los accionistas a respaldarlo. El presidente y CEO John Burzynski dijo que la transacción representa un beneficio anticipado para los inversionistas de Osisko y refleja el potencial de Windfall.
«En nueve años, hemos convertido a Windfall en uno de los mayores proyectos de desarrollo de oro de alta ley a nivel mundial, y esta transacción es un testimonio del esfuerzo empresarial extraordinario del equipo de Osisko Mining», dijo Burzynski en un comunicado separado.
Análisis y perspectivas de la adquisición
El analista de BMO, Raj Ray, cuestionó el momento de la adquisición por parte de Gold Fields. «Si bien reconocemos la justificación del acuerdo para consolidar el proyecto Windfall y el gran potencial de exploración que lo rodea, estamos un poco sorprendidos con el momento», escribió Ray.
«Esta transacción pone aún más énfasis en el avance de Salares Norte, que aún no ha transcurrido sin problemas», agregó.
Gold Fields espera completar la adquisición en el último trimestre del año, con financiamiento proveniente de nuevas y existentes facilidades de deuda, así como reservas de efectivo.
Gold Fields y su expansión diversificada
Gold Fields, fundada en 1887 y con sede en Sudáfrica, ha reestructurado su negocio a lo largo de los años. Hace una década, vendió todos sus activos sudafricanos, centrándose en depósitos más rentables en Ghana, Australia y las Américas.
A principios de este mes, la compañía anunció una caída del 20% en la producción en la primera mitad del año en sus minas, así como el retraso en el avance de la mina Salares Norte en Chile.