Lideró los dos proyectos greenfield de cobre más emblemáticos de Chile, Escondida y Collahuasi. Steve Kesler fue vicepresidente de desarrollo en la primera de estas mineras y el primer CEO en la segunda; ahora es el presidente ejecutivo de la júnior Clean Tech Lithium, que desarrolla dos proyectos de litio en la Región de Atacama, por sobre US$ 450 millones cada uno. Con 45 años en la industria y conocedor de Chile, señaló que los «inversionistas están nerviosos» y que «para una empresa es necesario obtener los fondos para la inversión y es muy difícil cuando la estrategia del litio no es muy clara».
Kesler afirmó que la concreción de los proyectos de Clean Tech Lithium -Laguna Verde y Cuenca Negro Francisco- en Chile se daría un fenómeno similar a lo que ocurrió en los 90 al desarrollar Minera Escondida.
-¿Qué potencial ve en la industria en Chile?
-El potencial es muy, muy alta porque Chile tiene los más grandes recursos en el mundo, pero hoy día no es hay posibilidad para desarrollar estos proyectos, porque la estrategia de litio no está completa y hay muchos proyectos en Argentina, en Canadá, en Australia, en África y solamente nosotros en Chile.
Para una empresa como nosotros, una júnior, es necesario obtener fondos de inversión desde los mercados de capitales en el mundo, en Londres o en Australia. Y es muy difícil cuando la estrategia del litio no está muy clara, especialmente para obtener los Contratos Especiales de Operación de Litio, los CEOLs.
-¿Por qué?
Tenemos dos proyectos avanzados, Laguna Verde y Negro Francisco en la Tercera Región y tenemos recursos de 2,7 millones de toneladas de litio.; los estudios de prefactibilidad y factibilidad completos con (números) económicos muy, muy favorables. Pero para avanzar necesitamos los CEOLs. En septiembre enviamos las solicitudes al Ministerio de Minería, pero hay en curso un proceso de definición diálogo con las comunidades y un estudio para determinar qué salares serán protegidos de la explotación. Entendemos que estará completo a fines de marzo de 2024 y después hay otro diálogo con las comunidades, lo que demorará otros seis meses. Entonces, es probablemente que en un mínimo de 10 meses podríamos obtener el CEOL.
-¿Mucho tiempo para los inversionistas?
Como queremos obtener inversiones en Australia, porque estamos listados en la Australian Securities Exchange, en marzo tenemos que explicar este proceso lento en Chile y creemos que al final vamos a obtener los CEOLs pero para los inversionistas es muy difícil entender por qué el proceso necesita demasiado tiempo.
-¿Podemos perder la ventana de oportunidad en el litio?
-Ya lo estamos perdiendo.
Chile tiene una gran oportunidad. Mi primera vez en Chile fue en el año 1991, con Escondida. Era la primera inversión minera grande en el país después de los años de Pinochet, por lo cual muchos inversionistas estaban nerviosos. Pero después del éxito de Escondida, se produjo una ola de inversión muy grande en Chile y el impacto en el país es enorme. Antofagasta hoy día es muy diferente de lo que era en 1991 y Chile tiene la misma oportunidad hoy con el litio.
Ahora, si hay un primer proyecto (de litio) como CTL que demuestre que es posible producir litio de una manera sostenible, con menos uso de agua, con energía renovable, es decir, que producimos litio verde para los mercados de Europa y Estados Unidos, puede ocurrir lo mismo que con Escondida.
Las empresas mineras quieren participar aquí, pero hoy todos los inversionistas invierten en Argentina, en Ghana, en Canadá, nunca en Chile.
-¿Con qué empresa estatal quieren asociarse?
-Con las solicitudes de CEOL hicimos una oferta al gobierno para incluir a Enami como socio en el proyecto.
-¿Cuánto tendría Enami? ¿Sería el 51%?
El gobierno ha dicho que no es la estrategia del gobierno tener el 51% y la mayoría (de la propiedad de las empresas). Planteamos una situación normal es de 10% (de propiedad de parte de Enami) como socio minoritario.
-¿Cuál es la ventaja de CTL respecto de otros proyectos de litio?
El gobierno ha dicho que quiere un sistema de extracción directa de litio (DLE) y en el proyecto de CTL lo tenemos: hemos invertido US$ 2 millones en una planta piloto en Copiapó. Está en las etapas finales de construcción y vamos a visitarla esta semana con el delegado presidencial de la Tercera Región. También nos diferenciamos en la manera de trabajar con las comunidades indígenas, que participan desde el inicio del proyecto.
-Si tienen esas ventajas, ¿por qué tendrían problemas para levantar capital?
Porque se va a atrasar el plazo (de concreción del proyecto), ya que si el Gobierno se demora en darnos el permiso de operación o iniciar el trámite de este proyecto, para producir a fines de 2026 o 2027 necesitamos el CEOL pero no es un impedimento para desarrollar el proyecto. El problema es el incertidumbre con inversionistas y para mantener el momentum del proyecto, necesitamos inversiones desde los mercados capitales. Y sí, tenemos confianza en Chile para invertir y confianza en las habilidades de las personas en Chile, en minería, en tecnología, que son absolutamente excelente.
Las leyes en Chile son robustas; es un excelente país para invertir.