Evidencias de formaciones de hierro en bandas testimonian la geología terrestre

Informe sobre la conexión entre las capas multicolores de formaciones de hierro en bandas y los cambios antiguos en la superficie de la Tierra, como el surgimiento de vida fotosintética, el vulcanismo y la tectónica de placas.

Un artículo publicado en la revista Nature Geoscience por investigadores de la Universidad de Rice revela que las capas multicolores de formaciones de hierro en bandas podrían estar conectadas con cambios antiguos en la superficie de la Tierra, como el surgimiento de vida fotosintética, el vulcanismo y la tectónica de placas. Este descubrimiento podría reformular nuestra comprensión de la historia temprana de la Tierra y proporcionar información relevante para entender los procesos en otros planetas habitables.

Las formaciones de hierro en bandas son sedimentos químicos que se precipitaron del agua de mar antigua que contenía altas concentraciones de hierro disuelto. Se cree que la actividad metabólica de los microorganismos, incluyendo la fotosíntesis, facilitó la precipitación de estos minerales en capas sucesivas junto con el sílex. Los mayores depósitos se formaron hace unos 2.500 millones de años, cuando el oxígeno comenzó a acumularse en la atmósfera terrestre.

Los investigadores de la Universidad de Rice plantean la hipótesis de que estas formaciones de hierro en bandas podrían estar relacionadas con procesos planetarios aparentemente desconectados, como el vulcanismo y la tectónica de placas. Según sus investigaciones, estas rocas se formaron en los antiguos océanos, los cuales se cerraron lateralmente debido a la actividad de las placas tectónicas. Esto implica que estas rocas fueron empujadas hacia los continentes y preservadas, o bien subducidas hacia el manto terrestre.

Debido a su alta concentración de hierro, las formaciones de hierro en bandas son más densas que el manto terrestre. Esto lleva a los científicos a plantear la posibilidad de que los fragmentos subducidos de estas formaciones se hundieron hasta la región más baja del manto, cerca del núcleo de la Tierra. Bajo condiciones extremas de temperatura y presión, estos fragmentos habrían experimentado cambios profundos y sus minerales podrían haber adquirido nuevas estructuras.

Según los investigadores, los óxidos de hierro presentes en estas rocas, al encontrarse en el manto inferior, podrían volverse altamente conductores térmica y eléctricamente. Esto sugiere que las regiones enriquecidas con formaciones de hierro subducidas podrían contribuir a la formación de penachos del manto, es decir, columnas ascendentes de roca caliente que emergen por encima de las anomalías térmicas en el manto inferior y que pueden dar lugar a volcanes masivos.

Además, los científicos encontraron una correlación entre las edades de las formaciones de hierro en bandas y las grandes erupciones basálticas conocidas como grandes provincias ígneas. Estos eventos ígneos, que fueron lo suficientemente masivos como para resurgir en la superficie de todo el planeta, fueron precedidos por la deposición de formaciones de hierro en bandas en intervalos de aproximadamente 241 millones de años, con un margen de error de unos 15 millones de años. Esta correlación sólida respalda la hipótesis de que estos procesos están interconectados y se influyen mutuamente.

Evidencias de formaciones de hierro en bandas testimonian la geología terrestre

El estudio realizado revela que existe un período de tiempo plausible en el cual las formaciones de hierro en bandas fueron atraídas hacia el manto inferior y luego influyeron en el flujo de calor, generando una columna ascendente que emergió en la superficie terrestre a miles de kilómetros de distancia.

Este descubrimiento tiene implicaciones significativas en la comprensión de la historia temprana de la Tierra. Demuestra que los procesos planetarios, como el vulcanismo y la tectónica de placas, están vinculados con los cambios en la superficie terrestre y la evolución de la vida fotosintética. Estos procesos interconectados pueden tener aplicaciones más amplias en la comprensión de la formación de exoplanetas habitables en otros sistemas solares.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores se basaron en datos de diversos campos, como la mineralogía, la geoquímica, la geofísica y la sedimentología. Esto destaca la importancia de la colaboración multidisciplinaria y el análisis integral de datos para lograr avances significativos en el campo de la geociencia.

En resumen, el estudio realizado por los investigadores de la Universidad de Rice revela una conexión entre las capas multicolores de formaciones de hierro en bandas y procesos planetarios como el vulcanismo y la tectónica de placas. Estos hallazgos reformulan nuestra comprensión de la historia temprana de la Tierra y proporcionan información valiosa sobre los procesos que pueden influir en la formación de exoplanetas habitables. Se destaca la importancia de la colaboración interdisciplinaria y el análisis exhaustivo de datos en el campo de la geociencia.

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