El potencial solar del Sahara para abastecer de energía a Europa

El mundo se enfrenta a la necesidad urgente de transicionar hacia energías limpias y renovables, y uno de los recursos más prometedores es el potencial solar inmenso del Desierto del Sahara para abastecer de energía a Europa.

El potencial solar del Sahara

La escala del potencial solar del Sahara es sorprendente. Según la NASA, cada metro cuadrado del desierto recibe entre 2000 y 3000 kilovatios-hora de energía solar al año. Para poner esto en perspectiva, una granja solar que cubra apenas un kilómetro cuadrado podría generar de 5 a 7 GWh de energía diariamente. Si se amplía a 1000 kilómetros cuadrados, la producción podría alcanzar los 5 a 7 TWh diarios, suficiente para satisfacer casi el 100% de las necesidades energéticas de Europa.

Sin embargo, el desafío principal radica en el transporte de esta energía solar abundante desde el remoto Sahara hasta las ciudades e industrias ávidas de energía de Europa.

El desafío de la transmisión

Actualmente, solo existen dos interconexiones que vinculan el norte de África con Europa, ambas entre Marruecos y España, con una capacidad combinada de 1400 megavatios. Una tercera conexión, programada para completarse antes de 2030, aumentará esta capacidad a 2100 MW. No obstante, serían necesarias cientos de interconexiones adicionales para hacer realidad el sueño de Europa de obtener energía solar del Sahara.

Estas interconexiones no son simples cables, sino proyectos de infraestructura altamente complejos y costosos. Las interconexiones más largas serían aún más costosas, potencialmente vinculando a Túnez con Sicilia, Argelia con Cerdeña y Libia con Creta antes de llegar a Europa continental.

También serían necesarias mejoras significativas en las interconexiones internas de Europa para facilitar la transferencia de energía en todo el continente.

El potencial solar del Sahara podría satisfacer casi el 100% de las necesidades energéticas de Europa.

Proyectos ambiciosos y complejos

A pesar de estos desafíos, las posibles recompensas han impulsado planes ambiciosos. El más notable fue Desertec, una iniciativa liderada por Alemania que contemplaba una inversión de medio billón de dólares para crear una vasta red de parques eólicos y solares en el norte de África y Oriente Medio, conectados a Europa mediante líneas de transmisión de alta tensión.

El plan de Desertec asignó 55 mil millones de dólares para aumentar las capacidades de transmisión en el Mediterráneo, utilizando corriente alterna de alta tensión (HVAC) para distancias cortas y corriente continua de alta tensión (HVDC) para distancias más largas.

La distancia crítica en la que HVDC se vuelve más rentable que HVAC es típicamente alrededor de 500 a 800 kilómetros. Por ejemplo, los 28 kilómetros entre Marruecos y España no justifican HVDC, pero la distancia más larga entre Túnez e Italia sí.

Las pérdidas de transmisión para HVDC son aproximadamente del tres por ciento por cada 1,000 kilómetros. Dado que la distancia desde Túnez hasta la capital de Alemania es de solo 1,800 kilómetros, transmitir energía sobre esta distancia con una inversión adecuada es factible.

La evolución de la tecnología solar

En un principio, Desertec se centró en la tecnología de energía solar concentrada (CSP, por sus siglas en inglés) para la generación de energía. A diferencia de los paneles fotovoltaicos más conocidos, la CSP utiliza espejos para concentrar la luz solar y generar calor para impulsar turbinas de vapor. Este enfoque permite el almacenamiento de energía, lo que proporciona una producción de energía más constante.

El Complejo Noor de Marruecos, la planta CSP más grande del mundo, muestra el potencial de esta tecnología. Con tres secciones diferentes: Noor I, II y III, combina diferentes tecnologías de CSP para generar 510 MW de energía. Noor I y II utilizan canalones parabólicos con aceite sintético como fluido de transferencia de calor, alcanzando temperaturas de hasta 400 grados Celsius. Noor III utiliza un sistema de torre, enfocando la luz solar en una torre central para calentar directamente la sal fundida, lo que permite temperaturas más altas y turbinas de vapor más eficientes.

Sin embargo, la CSP ha enfrentado desafíos significativos. Por ejemplo, la planta Crescent Dunes en Nevada cesó sus operaciones en 2019 debido a problemas de mantenimiento y altos costos antes de reabrir en 2023 bajo una nueva propiedad. Además, las rápidas caídas de precios en la tecnología fotovoltaica han cambiado la ecuación. Ahora, la PV suele ser más rentable, incluso sin capacidades de almacenamiento incorporadas.

Este cambio se refleja en la última adición al Complejo Noor, Noor IV, que es una granja de PV que contribuye con 73 MW. La rentabilidad y versatilidad de los paneles de PV los hacen cada vez más atractivos, especialmente en regiones políticamente y económicamente volátiles.

Consideraciones éticas y conclusiones

La visión de Desertec ha enfrentado desafíos más allá de las consideraciones tecnológicas. Los críticos han señalado los problemas históricos de los países europeos que extraen recursos de África principalmente en beneficio propio. Existen preocupaciones de que las inversiones extranjeras a gran escala en proyectos solares en el norte de África podrían agravar problemas locales como la escasez de agua y la desigualdad económica.

Reconociendo estos riesgos, países como Alemania han centrado su atención en la generación de PV interna, que representó el 10 por ciento de su generación de energía en 2020.

Este cambio también destaca la importancia de considerar los beneficios locales en proyectos de energía a gran escala. Para que el norte de África se beneficie realmente de su potencial solar, se necesita un enfoque de base en lugar de uno impulsado principalmente por intereses externos.

A medida que el sueño de la energía solar del Sahara para Europa evoluciona, van surgiendo nuevas tecnologías y enfoques. Las redes inteligentes y los algoritmos avanzados están mejorando la gestión y eficiencia de la transmisión de electricidad. Las inversiones en interconexiones de redes continúan, como la tercera conexión entre Marruecos y España, financiada conjuntamente por ambos países.

El potencial para el comercio transfronterizo de energía en África también está ganando atención. A medida que el continente desarrolla sus recursos renovables, podríamos presenciar una transformación de todo el panorama energético regional.

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