Compras por parte de bancos centrales y de inversionistas a nivel mundial han llevado al precio del oro a nuevos máximos en el año. Y es que el metal precioso ha vuelto a posicionarse como un activo refugio con el cual el mercado está buscando cubrirse de los riesgos inflacionarios en EE.UU. y de las crecientes tensiones geopolíticas.
Actualmente, la onza de oro cotiza en US$ 2.737,95, con una leve baja respecto del valor histórico alcanzado hace pocos días, cuando el 22 de este mes tocó los US$2.759,8. En el año, acumula un alza de 31,54%.
Y en el mercado apuestan porque su precio podría seguir aumentando. Hugo Osorio, director de inversiones de Portfolio Capital, explica que “en general el mercado está poco posicionado en oro, los portafolios no tienen una posición importante en esta materia prima que además funciona como un activo de refugio. Como tal, lo que busca el mercado es protección, pero ahí está la gran pregunta, los inversionistas están apostando al oro por los altos niveles de deuda y peligro de inflación en EE.UU.”.
“Según yo es una apuesta equivocada, creer que la economía de EE.UU. andará bien y provocará inflación tiene un problema, porque no se ve una fortaleza laboral tan importante. La inflación no debiera rebotar. ¿Quiere decir que el oro caerá? No necesariamente. La arista de la inflación y oro no es sustentable, pero está la arista de la deuda y el déficit fiscal de EE.UU., y ahí hay espacio”, agrega Osorio.
Por su parte, Jorge Tolosa, operador de Renta Variable de Vector Capital, comenta que el alza del metal “pasa por varias bases o fundamentos, algunos son estructurales y otros no. En el primer caso, vemos que los bancos centrales a nivel global han seguido comprando oro con la idea de aumentar sus reservas y cuando hablo a nivel global, me refiero a países como Mongolia, México o China”.
Pero a esto último, se suman también razones geopolíticas. Para Tolosa, existe una estrategia de desdolarización de economías antagónicas a EE.UU., como es el caso del bloque de los BRICS, que los impulsa a comprar oro y “darle más valor, tanto desde la perspectiva de sus bancos centrales, como también del comercio entre ellos. Y lo tercero, podría estar dado por dos aspectos: el primero es que, en caso de ganar Trump, algunas voces estiman que el bono de 10 años americano podría volver al 5% por un rebote de la inflación, lo que eleva el atractivo del oro. Y lo segundo, relacionado al riesgo geopolítico (Israel – Irán/ Rusia – Ucrania) que mantiene una alta cuota de incertidumbre”.
En esa misma línea, Ricardo Bustamante, subgerente de estudios de Capitaria, apunta que el “incremento en las tensiones geopolíticas ha apoyado una mayor demanda por activos de refugio, donde el oro ha tenido un rol clave históricamente en escenarios similares al actual”, a lo que se suma que “las bajas de tasas de diversos bancos centrales a nivel mundial ha apoyado perspectivas de un mayor debilitamiento en el valor del dinero, considerando una oferta monetaria en aumento por condiciones más flexibles, dando mayor argumento para diversificar en oro”.
En medio de este rally del oro, en Chile también ha subido la demanda por el activo. Así lo sostiene Tolosa, quien detalla que “se seguirá viendo esta tendencia de mayor interés”, y que quienes están transando hoy con oro “son clientes particulares, por lo que parte de sus razones está en darle una posición más defensiva a sus portafolios. En la medida que los riesgos aumenten (sobre todo a nivel geopolitico), el oro seguirá siendo una alternativa de refugio”.
Por su parte, Bustamante señala que en Capitaria también han visto una mayor demanda, y que “a medida que el precio del oro ha roto máximos históricos constantemente en las últimas semanas, el entusiasmo de los traders e inversionistas respecto del metal también se ha incrementado, viéndose reflejado en los volúmenes”.
En un informe enviado a inicios de la semana, Julius Baer sostuvo que “en este momento, el notable rally del oro parece estar mucho más impulsado por el momentum y el ánimo del mercado, que por factores fundamentales”, y añadió que “aunque aumenta el riesgo de un retroceso a corto plazo, aún vemos un sólido trasfondo fundamental a largo plazo para el oro. Por lo tanto, cualquier retroceso a corto plazo probablemente será tratado como oportunidades de compra”.
Fuente: La Tercera