El impacto del cobalto congoleño: vidas sacrificadas por las baterías.

El libro ‘Cobalto rojo. El Congo se desangra para que tú te conectes’, escrito por Siddharth Kara, revela el drama que viven los trabajadores de las minas artesanales de la República Democrática del Congo (RDC), donde se extrae el 70% de la producción mundial de cobalto.

El infierno en la Tierra

El cobalto es un metal ferromagnético que tiene propiedades similares al hierro y al níquel. Su mayor utilidad se encuentra en la fabricación de electrodos de baterías para dispositivos electrónicos y automóviles eléctricos, lo que ha llevado a un aumento en la demanda del cobalto.

Desafortunadamente, la industria del cobalto ha dejado desprotegidos a los trabajadores de las minas de la RDC. Testimonios recopilados por Siddharth Kara muestran cómo las grandes corporaciones mineras y empresas tecnológicas y automotrices han afectado la vida de estas personas.

Los congoleños que trabajan en las minas enfrentan condiciones peligrosas y de poca dignidad. Cada año, decenas de trabajadores mueren y muchos otros resultan heridos debido a las pésimas condiciones en las que realizan su labor.

«Al despertarme cada mañana me entraban ganas de llorar»

Archange, un joven de quince años paralizado en una silla de ruedas, describe en palabras crudas la realidad de los trabajadores de las minas congoleñas. Su testimonio revela el dolor y sufrimiento que experimentan diariamente: «Al despertarme cada mañana me entraban ganas de llorar porque tenía que ir a la mina; me dolía todo el cuerpo, la cabeza, el cuello… No podía mover ninguna parte del cuerpo».

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