El cierre de la Compañía Siderúrgica Huachipato: Fin de una era que preocupa a Chile

Tras 70 años liderando la producción de acero en Chile, el epílogo de la Compañía Siderúrgica Huachipato (CSH) se escribirá en los próximos dos meses. El cronograma para el apagado de las principales instalaciones de la acerera ya lo tienen claro, tanto en la empresa como los propios trabajadores.

El fin de una era

El 16 de septiembre se apagará el Alto Horno, uno de los hitos más significativos en el cierre gradual de Huachipato, según Fernando Orellana, presidente del sindicato N°2 de la empresa. «Esa es una señal ya de que Huachipato se está apagando poco a poco», señala.

La segunda fase del cese paulatino de las actividades será el cierre de la coquería, donde se obtiene el coque, un combustible sólido necesario para alcanzar altas temperaturas en el Alto Horno. «Muriendo la planta de coque, muere la Siderúrgica Huachipato», destaca Héctor Medina, presidente del sindicato N°1 de la empresa.

El cierre del plantel siderúrgico se realizará gradualmente, deteniendo la producción de acero y sus procesos productivos y de soporte, según datos proporcionados por la empresa a Pulso.

“El 16 de septiembre debería cerrar la acería y en la primera quincena de octubre, más o menos, debería cerrarse la coquería. Si se cierra la coquería, se acaba Huachipato”, refrenda Héctor Medina, presidente del sindicato N°1 de Huachipato.

Impacto en el empleo y la región

La suspensión de las actividades de Huachipato afectará a más de 2,000 trabajadores, con la coquería representando aproximadamente el 70% de la dotación enfocada en producción. Se estima que la actividad de Huachipato genera alrededor de 20,000 empleos en la zona de Talcahuano, lo que ha generado preocupación en el gobierno y en la Región del Biobío.

“Tenemos que conseguir más plata, estamos encareciendo el despido”, dice Medina, quien destaca que las conversaciones con la empresa avanzan, pero que están buscando un dictamen antes del 16 de septiembre para evitar que los despidos se realicen por necesidad de la empresa y buscan mucho más que eso.

Un futuro incierto

El cierre de Huachipato no solo es triste para la economía chilena, sino también desde el punto de vista de la soberanía nacional. La falta de una siderúrgica en el país dejará a Chile dependiendo del acero que llegue del extranjero, lo que plantea un escenario desprotegido y preocupante en términos estratégicos.

“Estamos tristes porque Chile se queda sin siderúrgica. Hoy día quedamos desprotegidos en nuestra soberanía nacional», plantea Fernando Orellana, presidente del sindicato N°2 de Huachipato.

Los sindicatos de Huachipato y la comunidad en general buscan revertir la medida y exploran diferentes opciones, incluida la compra de la siderúrgica por parte del gobierno o de una entidad privada. Lo importante, según Orellana, es que exista una siderúrgica en el país.

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