La producción de electricidad a partir del carbón en Estados Unidos ha disminuido consistentemente en los últimos años, pero su proporción en el mix eléctrico sigue siendo superior al 15%, más que cualquier otra fuente de energía renovable.
El ascenso de las energías renovables
Todas las fuentes de energía renovable combinadas, como la eólica, solar, hidroeléctrica, biomasa y geotérmica, superaron por primera vez en 2022 a la generación con carbón en el sector eléctrico estadounidense.
Las energías renovables están ganando terreno, sin embargo, el carbón todavía representa alrededor del 16% de la generación eléctrica, más que la eólica (11%), la hidráulica (6%) o la solar (4%).
La disminución del carbón
Aunque la generación y la cuota del carbón han ido disminuyendo gracias al aumento de las energías renovables y al uso creciente de gas natural, aún desempeña un papel importante en el suministro de electricidad fiable.
La Administración Biden busca una red eléctrica de emisiones cero en 2035, pero lograr esto será un desafío, considerando que los combustibles fósiles, principalmente el gas natural y el carbón, representan el 60% de la generación total de electricidad en Estados Unidos.
La persistencia del carbón
A principios de este año, la generación de electricidad a partir del carbón experimentó una caída, pero podría aumentar nuevamente en verano si las olas de calor afectan áreas donde la energía eólica no puede satisfacer la demanda adicional.
Además, se prevé una disminución menor en la capacidad de generación de carbón para este año en comparación con años anteriores, lo que indica que la jubilación de centrales de carbón se ralentizará.
Estados dependientes del carbón
Cinco estados de EE.UU., Dakota del Norte, Misuri, Kentucky, Wyoming y Virginia Occidental, dependen del carbón para más de la mitad de su generación de electricidad.
Algunas empresas están planeando construir nuevas plantas de gas natural junto con energías renovables para hacer frente al aumento del consumo de electricidad de los centros de datos, mientras que otras retrasan la retirada de las centrales de carbón para garantizar la estabilidad de la red eléctrica.