Cintac apuesta al crecimiento de la minería y entra al mercado habitacional en Chile y Perú

La firma del grupo CAP hará un aumento de capital por US$ 80 millones y la opción preferente cierra el 8 de junio próximo.

El déficit de un millón de viviendas que hay en Chile, y otra brecha de parecidas características que existe en Perú, son al mismo tiempo una fuente de oportunidades de negocios para Cintac, la filial procesadora de acero del grupo CAP.

La compañía tiene una fuerte presencia en el sector industrial, que representa el 70% de su facturación y otro 30% proviene de soluciones de construcción modular, que hasta ahora se centraba en el sector minero y energía, pero hoy ven opciones de desarrollo en el mercado habitacional.

El gerente general de Cintac, Patricio Merello, señaló que uno de los focos estratégicos de la compañía son soluciones para la escasez de vivienda y para ello es clave la concreción del aumento de capital de US$ 80 millones, cuya opción preferente culmina el próximo 8 de junio.

“Ofrecemos al mercado viviendas prefabricadas y modulares, que van a cambiar la industria (…). Creemos que es la construcción del futuro”.

La mitad de los recursos recaudados en esta capitalización va a nuevos negocios, entre ellos, a adquirir el 25% de Promet que aún está en manos de la familia Fernández Romero, mientras que los restantes US$ 40 millones van a reestructurar deuda, explicó Merello.

“El grupo tradicionalmente era fuerte en soluciones industriales. Después se fue avanzando en los últimos años en entrar en la construcción modular, que creemos que es la construcción del futuro, tanto en Chile como en Perú”, dijo el ejecutivo. Y en ese proceso, destacó que las viviendas prefabricadas son el último eslabón en este mercado.

¿Qué ventajas tiene Cintac en este negocio? Según explicó el gerente general de Cintac, dado que «estamos integrados verticalmente, ofrecemos al mercado viviendas prefabricada y modulares, que yo creo van a cambiar la industria». Entre las ventajas de esta solución, destacó la velocidad de construcción, la eliminación de mermas o residuos y una mayor eficiencia en costos.

Merello señaló que ya cuentan con prototipos -que esperan construir en la comuna de Independencia- tras ganar el primer lugar en el concurso de Vivienda Social Industrializada que lanzó la Cámara Chilena de la Construcción, en conjunto con el Minvu.  «La idea es que fuera con déficit cero, ya que lo que buscaba es un desarrollo que sea industrial, rápido, que llegue a los costos (de los subsidios) y que sea confortable también térmicamente como un hogar para las familias», señaló. 

El ejecutivo dijo que con economías de escalas, logran llegar a cubrir los costos con el subsidio habitacional del Gobierno -de entre UF 1.000 a UF 1.500- y pueden construir en menos de un año, aunque hace ver que el mayor atraso en el proceso de edificar viene por los permisos, que se toman entre seis y siete años del lapso total que toma hacer una vivienda, periodo que llega a los nueve años. 

Incluso, para las viviendas de emergencia, el plazo baja a cinco días, según el gerente de Cintac, quien visitó la zona siniestrada en Viña del Mar para ver soluciones a la crítica falta de casas tras la catástrofe del verano. 

Merello admitió que la construcción está en un momento de contracción que, a su juicio, se recompondrá recién a mediados de 2025. Pero enfatizó que, como es un negocio cíclico, los productos que ofrecen son parte de la solución. «La construcción es poco industrializada, viene más de la lógica del albañil, y lo que nosotros proponemos es armar viviendas o edificios con la lógica de los legos, pero con extrema precisión», afirmó.

Por otro lado, el ejecutivo señaló que la minería -y los proyectos de energía relacionados a ella- viene en un buen ciclo de proyectos e inversiones que anticipa mejores perspectivas para Cintac, con una facturación sobre los US$ 450 millones en 2024, versus los US$ 410 millones de ingresos registrados en 2023. 

Desempeño

Los últimos años en Cintac han sido de pérdidas. Merello contó que estaban en plena expansión del negocio modular con Promet en Chile y Perú cuando sobrevino la pandemia. «El negocio industrial, que es el tradicional, pasó por todos estos ciclos: el acero se disparó en los precios, después cayó, después se frenó la industria de la construcción y nos dejó súper apretados, con deuda que tenemos que reestructurar y estamos en ese proceso», relató.

El 2023 la empresa registró US$ 32 millones de pérdidas, atenuando así el saldo en rojo que tuvo en 2022, cuando superó los US$ 48 millones. 

Compartir este Artículo
Salir de la versión móvil