La caída de un gigante y el resurgimiento de la mano del poder chino en la industria automovilística.
Un Silencioso Adiós a Ford en Brasil
De acuerdo a lo investigado por REDIMIN en el artículo publicado por mining.com, en la costa este de Brasil, una amplia área de estacionamiento junto a la Avenida Henry Ford se encuentra desierta. Antes, este lugar estaba repleto de trabajadores junto a la planta de la Ford Motor Co., que abarca un área más grande que el Central Park de Nueva York. Hoy, el lugar muestra señales mínimas de vida.
Allison Barreto Sousa, un técnico de mantenimiento de Ford durante casi dos décadas, aún recuerda el doloroso momento en que la empresa decidió cerrar la planta, junto con todas sus operaciones en Brasil. Sousa y sus recuerdos vinculados a Ford reflejan el vínculo profundo que los trabajadores tenían con la empresa.
BYD Co: El Nuevo Aliento de Esperanza
Sin embargo, la esperanza brilla en el horizonte y no es gracias a Ford, sino al nuevo poder económico: China y su mayor fabricante de vehículos eléctricos, BYD Co. Este gigante automovilístico, cuyo nombre significa «Build Your Dreams» (Construye Tus Sueños), refleja las esperanzas de Sousa y muchos de sus antiguos colegas. Según informes, BYD está en las etapas finales de negociación para comprar la fábrica cerrada en Camaçari.
Ambiciones Industriales y Juegos Políticos
La resurrección de esta antigua planta de Ford es un claro indicativo de las ambiciones industriales del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, conocido popularmente como Lula. Al igual que el presidente estadounidense Joe Biden, Lula sueña con impulsar un renacimiento en la manufactura. Sin embargo, mientras Biden busca mantener una ventaja tecnológica sobre China, Lula ve en el gigante asiático un benefactor para Brasil.
El aumento de la influencia de China en mercados emergentes como Brasil, Chile y Argentina muestra un cambio de poder evidente en el panorama global. Bajo la administración del predecesor de Lula, Jair Bolsonaro, las relaciones con China no eran precisamente estrechas. Sin embargo, Lula ha buscado estrechar lazos con el presidente chino Xi Jinping, incluso logrando promesas de inversión significativas.
Brasil: Entre la Recuperación y el Futuro Industrial
Brasil enfrenta retos significativos. La industria actualmente representa solo una cuarta parte de su PIB, una cifra que ha disminuido desde su punto más alto en 1985. La infraestructura costosa y deficiente y un sistema tributario complejo han frenado el desarrollo industrial, y hay consenso en que el país no se preparó adecuadamente para su futuro industrial.
La historia de la planta de Ford en Brasil es un reflejo de los cambios dinámicos y rápidos en la economía global, donde antiguas potencias industriales ceden el paso a nuevos jugadores. La influencia creciente de China y su apuesta por la industria del automóvil eléctrico en América Latina es un claro indicativo de los tiempos que se avecinan.