El vicepresidente de Abastecimiento para la región de la australiana sostiene que en general la cadenas de suministro han sido afectadas producto de la crisis.
Aunque en diciembre del año pasado BHP comenzó a implementar una serie de acciones en apoyo de empresas colaboradoras, como asegurar que nadie obtuviese una remuneración por debajo de los $ 500 mil como piso, a raíz de la emergencia sanitaria producto del Covid-19 se subió el nivel de las medidas.
Entre otras cosas, se desmovilizó personal y comenzó un proceso para clasificar a firmas de terceros en función de criterios como relevancia de la fuente de trabajo local y regional, tamaño y situación financiera. Ese trabajo llevó a que la australiana, que en Chile opera Minera Escondida, Spence y Cerro Colorado, definiera un grupo de compañía de menor y mediano tamaño con situación financiera más frágil y cuya fuerza laboral local o regional es importante, para seguir pagándoles de forma voluntaria entre el 70% y 90% de las remuneraciones fijas y cotizaciones previsionales asociadas a los trabajos contenidos en los contratos.
Según los cálculos, esto implicaría recursos por el orden de US$ 25 millones, incluidos US$ 8 millones de la ayuda inicial implementada entre el 23 de marzo y el 13 de abril.
Y aunque esta medida está contemplada hasta el 30 de junio, ya se trabaja en se podría hacer después, dependiendo de cómo evolucione la situación. Para el vicepresidente de Abastecimiento de BHP Minerals Americas, Pedro Correa, hay un mensaje claro: «Es absolutamente compatible tener continuidad operacional y asegurar la salud de las personas, y que el país no caiga en una situación de coma inducido».
– ¿La declaración de pandemia en Chile puso este escenario más crítico?
– BHP tiene operaciones en todos los continentes, operamos en Australia fuertemente, en Estados Unidos, en Chile, en Sudamérica. Como una empresa global, ya estábamos viendo lo que estaba ocurriendo respecto del coronavirus mucho antes de que estuviese aquí, porque ya se habían registrado disrupciones en otros países que partieron antes con el virus.
Es decir, ya veníamos trabajando, aprendiendo, porque entendíamos que si bien podía haber una expectativa de que esto no se transformara en una pandemia global, en nuestro análisis de riesgo hace mucho rato que esto estaba identificado como una situación de ese tipo.
Y eso implicaba que queríamos compartir las lecciones aprendidas, no solamente a nivel de cadena de suministro, también con nuestras empresas colaboradoras, con las otras mineras y al nivel de gobierno, entregando nuestros aprendizajes y que fuera algo constructivo, considerando protocolos de cómo operar, que habíamos visto que habían sido exitosos afuera.
– ¿En qué está la situación con los trabajadores, sólo hay interrupciones en algunos servicios o ya se está llegando a las suspensiones o cancelaciones de contratos?
– Lo que estamos tratando de evitar, mediante la continuidad operacional ad hoc, es eso (suspensiones o cancelaciones de contratos). Hay porciones de esos servicios que no se están prestando porque hay personas que están desmovilizadas. Si nosotros miramos esta propuesta, esto asegura que al menos por casi tres meses estas personas, si bien van a tener mermadas sus remuneraciones, las van a recibir y, lo más importante, es que sigan teniendo sus trabajos. Obviamente no vamos a hacer lo imposible, pero no podemos tomar decisiones que no sean reflexivas y que nos ayuden al bien superior que es cómo reactivamos el país, al mundo, cómo salimos de esta crisis juntos, porque nos necesitamos todos, las empresas mandantes y las empresas contratistas, todos nos necesitamos.
– ¿Cómo está funcionando la cadena de suministro en medio de la emergencia, considerando que están los proveedores locales, pero también el comercio internacional? ¿Hay una más afectada que otra?
– En general, todas las cadenas de suministro están más o menos afectadas. Por ejemplo, nosotros teníamos tiempos de entrega de cuatro semanas, hoy día podrían ser tiempos de entrega de ocho o de diez semanas. Hay empresas, tanto en Europa, en Estados Unidos o en China, que han visto suspendidas sus operaciones por focos de coronavirus. Eso implica que si tenían compromisos de entrega con nosotros, esos se vieron afectados. Nuestra mirada ha sido tratar de hacer un mapeo del mundo, de ver cómo es nuestra supply chain, pero también cuál es la de ellos.
Por ejemplo, un fabricante de camiones o un fabricante de correas transportadoras que pudiese estar en Alemania o en Estados Unidos, recibe insumos de otros 20 países más. Si esos insumos estratégicos del producto final, que podría ser una correa transportadora o de un camión, no le llegaron a él, tampoco me va a cumplir. Por lo tanto, estamos haciendo análisis que en la práctica están mirando toda la cadena de suministro, no solamente de nuestros proveedores, sino que de los que los abastecen a ellos. Esto nos ha llevado a todos a mirar alternativas.
¿Qué pasa si un proveedor de suministro de Europa no le puede cumplir a alguien de Estados Unidos? ¿Tiene alternativas?
La irrupción es global, no es de Chile solamente. Además, existe un tema logístico que es llegar con los suministros a nuestro país. En general, todo lo que tiene que ver con transporte y logística se ha visto afectado. Hay menos frecuencia. Si antiguamente tenías posibilidades de poner cargo en aviones de pasajeros, hoy no están viajando los pasajeros, por lo tanto no hay carga.
Entonces hay una complejidad mayor y estamos tratando de lidiar con ella con planes estratégicos de continuidad operacional, que nos permitan operar lo más normal posible, entendiendo que no hay una normalidad. – Usted dice, en cuanto a las cadenas de suministro, que casi todas están más o menos afectadas por esto.
¿Hay alguna en particular donde sea más claro el efecto de la crisis?
– Creo que sería injusto decir que hay una que está mejor y otra que está peor. Esto es un poco cíclico. Ahora, una de las cosas que nos favorece es que al ser una industria de mirada de largo plazo y pesada en términos de repuestos, de inventarios, tenemos en general inventarios que se planifican con mucha mucha anticipación, de manera muy estratégica. Entonces, no es que vivamos de un inventario de un particular producto de que no llegó al puerto ayer y resulta que hoy tenemos que parar.
Tenemos mirada más bien de mediano y corto plazo que están relativamente alineadas y que nos asegura la continuidad.
– ¿Pero existe todavía un problema que ha sido más crítico que otros en esto de mantener la cadena de suministro?
– Lo más crítico es asegurar que todos entendamos que tenemos que contribuir a salir adelante en esta crisis, es cómo asegurar que todos entendemos lo importante que es tener una conducta que permita cuidar de unos y de otros. Eso lo digo en términos de estar en la operación, cuando la gente se sube al bus, de cómo se toma en serio el uso de la mascarilla, el que realmente esto no es un juego, y que todos tenemos que contribuir. Incluso en cosas tan sencillas como cuando se llega al bus y se pregunta si le dolió la cabeza a la persona y ésta tenga la confianza de decir si es así, sin tener miedo que de perder el trabajo por eso.
No lo va a perder porque para nosotros tiene un valor mucho más grande el que la persona pueda decir la verdad.
– Considerando que este plan se extiende hasta el 30 de junio, y asumiendo que se puede alcanzar un escenario más crítico, ¿cuáles son las medidas que quizás ya deben estar conversando con las empresas?
– Estamos trabajando, pero creo que no es el momento de hablar de eso. El momento de hoy es hablar de asegurar continuidad operacional, de hacer que estas dos cosas sean compatibles. Ese es un diálogo que hoy está ocurriendo a nivel país, en que nosotros lo iniciamos mucho antes internamente. Nuestras decisiones pueden ayudar y de alguna u otra manera iluminar un camino que creemos posible y el tiempo irá diciendo qué viene. Lo que sí puedo asegurar es que no vamos a pensar la estrategia después del 30 de junio, el 25 de junio. En esta estrategia ya viene parte de un camino recorrido y cuando llegue el momento tendremos que trabajarla.
– ¿Pero la fórmula podría ser similar a que se anunció de que la empresa siga asumiendo el costo o definitivamente tiene que ser otra?
– Eso no se sabe, porque depende de muchos factores. Lo más importante en todo es que vamos a hacer lo correcto. Volvemos a nuestro propósito y a nuestra carta de valores. Somos un negocio que tiene un propósito, que es unir a personas, recursos, por un mundo mejor, y tenemos una carta de valores que es un norte que nos permite tomar buenas decisiones. Y si hemos tomado buenas decisiones hasta ahora, no ahora, sino que siempre, pueden tener la certeza de que lo que venga para adelante, si es difícil, tendremos que enfrentarlo. Cómo lo vamos a enfrentar y qué se hará, no sé, pero estará inspirado en eso.
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