Escalada en la Guerra Comercial: China Impone Nuevos Aranceles a Importaciones de EE.UU., Afectando el Comercio de Gas Natural y Petróleo

La guerra comercial entre Estados Unidos y China continúa escalando, ya que ambos países imponen nuevos aranceles a sus importaciones. En respuesta a los últimos aranceles impuestos por el presidente Trump a las importaciones chinas, China ha anunciado medidas de represalia.

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Según Reuters, China ha impuesto un gravamen del 15% a las importaciones de gas natural licuado y carbón estadounidenses, así como un arancel del 10% al petróleo crudo. Además, Beijing ha establecido límites a la exportación de minerales críticos, como el tungsteno y el molibdeno, y ha anunciado que impondrá aranceles a las importaciones de maquinaria agrícola y algunos automóviles procedentes de Estados Unidos.

Estas medidas son parte de los esfuerzos de China por «salvaguardar los intereses de seguridad nacional», pero también representan un golpe para las empresas estadounidenses que dependen del mercado chino. Según Oxford Economics, la probabilidad de que se impongan nuevos aranceles en esta guerra comercial es alta.

Estos últimos aranceles podrían tener un impacto significativo en el comercio de gas natural licuado entre Estados Unidos y China. Bloomberg Intelligence había pronosticado anteriormente un aumento en las importaciones de GNL estadounidense por parte de China, pero ahora estos flujos podrían estar en peligro debido a los aranceles.

La imposición de aranceles adicionales por parte de China es otra señal de que esta guerra comercial está lejos de terminar. Aunque el presidente Trump recientemente anunció un retraso en los aranceles a México y Canadá, no se mencionaron negociaciones similares con China. Esta falta de diálogo podría agravar aún más las tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo.

En conclusión, la guerra comercial entre Estados Unidos y China continúa intensificándose, con ambos países imponiendo nuevos aranceles a sus importaciones. Estas medidas representan un desafío para las empresas estadounidenses y podrían tener un impacto significativo en el comercio de gas natural licuado entre ambos países. A medida que esta guerra comercial se prolonga, las consecuencias económicas y políticas se vuelven cada vez más inciertas.

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