Martín Marchant lleva trece años en Codelco División El Teniente y hoy se desempeña como mantenedor en la Planta de Chancado Secundario. Aún así, todavía hay personas que lo confunden con otro trabajador. “Yo creo que, si ahora me voy y él entra a la oficina, quizás no se van a dar cuenta que es una persona diferente”, comenta riendo.
Y es que hace tres años, su hermano gemelo llegó a trabajar a la misma área: “Gente que no nos conocía a veces me veía acá, después se iban a otra parte y lo veían a él. Algunos me decían ‘oiga usted es bien raro, lo andamos viendo doble’”.
¿De qué se trata tu trabajo?
Como mantenedores, estamos encargados de que los sistemas y equipos estén siempre disponibles. Hacemos las termografías (mediciones de temperatura), revisamos los sistemas de lubricación, mantenciones programadas de rutina y también mantenciones mayores.
Principalmente vemos los chancadores, en los que tenemos que hacer mediciones bien precisas, ya que tienen componentes muy costosos, por lo que debemos ser muy minuciosos para hacer la mantención lo más eficiente posible, dentro de los tiempos que tenemos.
Hoy somos ocho mecánicos. Hay pautas que vamos de a dos, porque son tareas que no requieren más personas, como la termografía que es tomar temperaturas a ciertos equipos; pero cuando tenemos que desarmar un chancador, por ejemplo, va el equipo completo.
¿Cuál sientes que es el principal desafío en tu trabajo?
Acá tenemos hartos desafíos. Es una planta que tiene hartos años, y creo que como principal desafío está hacer los trabajos de la forma más segura posible, que lleguemos todos sanos a casa. Para eso tenemos que mantener los estándares, el orden, la limpieza, que evitan muchos accidentes.
Hoy existen muchas herramientas de seguridad, tenemos procedimientos y creo que hay que hacer los trabajos conscientemente, apegándonos a los procedimientos, que son la biblia de nuestro trabajo.
¿Cuánto tiempo llevas en El Teniente?
Unos doce o trece años. Empecé como contratista, en la Planta SAG, donde trabajé cinco años y aprendí bastante. Ahí fue cuando dije esto es lo que quiero, me gustó el área mecánica y empecé a estudiar. Cuando postulé a la empresa, entré a la Planta de Filtros y Secado, donde estuve dos años. Después me fui a la Planta de Molienda Convencional, volví a Filtros y finalmente llegué al Chancado, donde llevo unos cinco años.
Siempre me llamó la atención El Teniente, la verdad, y cuando entré, fue un mundo nuevo, porque no conocía el trabajo de acá. Empecé a aprender, me gustó, estudié y hasta el día de hoy sigo aprendiendo, porque me gusta lo que hago.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
La parte técnica, hacer los mantenimientos preventivos, hacer los ajustes de forma correcta, realizar mediciones, análisis, todas esas cosas me gustan mucho. Siempre me ha llamado la atención el porqué de las cosas ¿por qué el chancador funciona de esta forma? ¿por qué tiene que moler la roca a cierto tamaño? Y empiezo a indagar, a buscar la información.
¿Qué sientes que ha entregado El Teniente a tu vida?
Muchas cosas. Tengo cosas que, quizás, si hubiera estado en otro lado, no las tendría. Me entregó estabilidad, la oportunidad de estudiar, de crecer, de desarrollarme como persona. He aprendido bastante y he conocido muy buenas personas también. Y siempre destaco que aquí en el Chancado, el equipo es uno de los mejores que hay.
¿Qué significa para ti trabajar en una empresa como Codelco, que entrega sus excedentes a todos los chilenos y chilenas?
Lo tomo con mucha responsabilidad y compromiso. Todas las partes del proceso son importantes y es importante que hagamos el trabajo bien, que mantengamos los equipos disponibles, para asegurar esos excedentes.
Es importante saber que lo que hacemos es en beneficio de las personas y estoy feliz de aportar con mi trabajo y conocimiento.