Según un nuevo informe, las gigantes petroleras Shell y Eni deberían pagar una factura de 12.000 millones de dólares por la limpieza de los vertidos en el estado de Bayelsa. Shell y Eni afirman que la culpa la tienen las refinerías ilegales y el robo de petróleo.
La comunidad de Oruma, en la región nigeriana del delta del Níger, rica en petróleo, sigue sufriendo las consecuencias de un vertido ocurrido en 2005, cuando un oleoducto de Shell derramó petróleo en tierras de cultivo.
La fuga de crudo causó graves daños a los ecosistemas locales, convirtiendo la frondosa selva -anteriormente la principal fuente de ingresos de agricultores y pescadores- en un paisaje contaminado.
Uno de los estanques, que solía rebosar de peces, lleva muchos años abandonado porque ya no produce nada para los agricultores. Además, una mirada atenta a la superficie revela que el agua aún huele a petróleo crudo.
«Aunque plantemos, el petróleo que hay dentro seguramente matará los cultivos que plantemos», dijo a DW el jefe Ernest Oginaba, un agricultor local. «Así que nos sentimos muy mal. Todos estos lugares están condenados, nadie puede volver a utilizarlos».
Nigeria es el mayor productor de petróleo de África y produce casi un millón de barriles de crudo al día.
Shell se impone en su última batalla legal
En una sentencia histórica de 2021, un tribunal holandés declaró a Shell responsable de la catástrofe y la condenó a indemnizar a la comunidad de Oruma por los daños sufridos. Sin embargo, aunque la mayoría aún no ha recibido el dinero, el caso ha abierto la puerta a nuevas peticiones.
La semana pasada, el Tribunal Supremo británico falló a favor de Shell en otro caso de contaminación por petróleo en el delta del Níger.
Según la sentencia, era demasiado tarde para que los denunciantes demandaran a dos filiales de Shell por un vertido en alta mar que se produjo durante la carga de un petrolero en el yacimiento petrolífero de Shell en Bonga en 2011.
«El presidente [de los jueces británicos] no ha negado que ocurriera», afirmó China Williams, abogada y activista medioambiental que ha desempeñado un papel decisivo en la interposición de demandas judiciales en Londres en nombre de varias comunidades del delta del Níger.
«Los litigantes pueden pedir una revisión de la sentencia del Tribunal Supremo si pueden demostrar que los daños son continuos», afirmó Williams.
El daño del petróleo es irreparable
Según el informe publicado este mes por la Oil and Environmental Commission del estado de Bayelsa (Nigeria), el volumen total de petróleo vertido en Bayelsa es al menos 10 veces mayor que la catástrofe del petrolero Exxon Valdez en 1989, que dañó unos 1.000 kilómetros (621 millas) de la costa de Alaska, en Estados Unidos.
De acuerdo al informe, los dos gigantes petroleros deben pagar al menos 12.000 millones de dólares (11.110 millones de euros) por la limpieza.
Sin embargo, las petroleras han alegado que no son responsables, culpando de los derrames de petróleo a saboteadores y al robo de crudo.
Figura 1. Los gigantes petroleros nigerianos achacan los derrames a sabotajes y vandalismo en los oleoductos.
Junto con las indemnizaciones, el informe instaba a introducir cambios legales significativos en el control de la industria del petróleo y el gas en Estados Unidos, Reino Unido, Europa y Nigeria.
La investigación esbozaba un amplio conjunto de remedios que ayudarían a deshacer el daño causado a Bayelsa y garantizarían que las empresas petroleras que realizan prospecciones en otras regiones de Nigeria y África no reproduzcan los comportamientos enumerados en el informe.
«El daño es irreparable», declaró a DW Pere Wapeabiama David Amakiri, jefe supremo de la comunidad de Oruma.
«Para nosotros es la victoria que hemos conseguido, el precedente que hemos podido sentar», dijo Amakiri, añadiendo que sería una lección que otros aún pueden seguir.
«Las empresas [petroleras] serán un poco más cautelosas, un poco más cuidadosas a la hora de llevar a cabo sus operaciones», afirmó.
Fuente: DW